Bishop Walkowiak issues the following statement following the Sept. 28 attack on a Church of Jesus Christ of Latter-day Saints chapel in Michigan:
“I wish to express my sorrow over the tragic attack that occurred today at the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints in Grand Blanc Township.
No one should ever fear for their safety while gathering to worship. The ability to pray, to assemble peacefully, and to express one’s faith is not only a constitutional right but a moral necessity for a compassionate society.
My prayers are with the victims, their families, and the entire Latter-day Saints community as they grieve and seek healing in the face of this senseless violence.”
La Oficina de Comunicaciones de la Diócesis de Grand Rapids emite una declaración del Reverendísimo David J. Walkowiak, obispo de Grand Rapids, en respuesta al ataque perpetrado en una capilla de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Michigan:
“Deseo expresar mi profundo pesar por el trágico ataque ocurrido hoy en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la población de Grand Blanc.
Nadie debería temer por su seguridad al reunirse para rendir culto a Dios. La capacidad de rezar, de congregarse pacíficamente y expresar la propia fe no solo es un derecho constitucional, sino también una necesidad moral para una sociedad compasiva.
Mis oraciones están con las víctimas, sus familias y toda la comunidad de Santos de los Últimos Días, que lloran y buscan consuelo ante esta violencia sin sentido.”
